domingo, 12 de julio de 2015


2013

Curso de perfeccionamiento para Guías de la Reserva Ecológica de la Ciudad
Universitaria UNL - Costanera Este.

Jugando con la Pacha

Volver la mirada al espacio natural a través de experiencias lúdicas creativas

Objetivo general:
Vivenciar experiencias lúdicas creativas para explorar las potencialidades que nos brinda la naturaleza

Objetivos específicos:
ñ  Favorecer la vinculación de los individuos con el medio ambiente
ñ  Potenciar el pensamiento creativo-artístico para facilitar el acercamiento a la naturaleza
ñ  Repensar la palabra poética como herramienta para acceder al conocimiento del medio ambiente
ñ  Favorecer la creación de actividades lúdicas innovadoras poniendo en juego: el cuerpo, el espacio y los vínculos.
ñ  Crear herramientas, materiales, propuestas para incorporar en las prácticas diarias.

Bibliografía:
Poética del espacio. Bachelard
Conjugaciones. Hacia una educación ética y estética. Leandra Bonofiglio.
Juegos Teatrales. Roberto vega
Cuerpo: territorio escénico. Elina Matoso
La Pachamama y el humano. Eugenio Zaffaroni.
Espacio habitado. Daniel Calmels.

Coordinadoras:
-Ana Verónica Aviles. Profesora de Expresión Corporal, Psicomotricista. Coordinadora de talleres.
-Andrea Teresita Márquez. Lic. en Psicología, Promotora Sociocultural en Teatro/Atriz. Facilitadora en Constelaciones Familiares. Coordinadora de talleres
-Verónica Ardanza. Licenciada en Ciencia Política. Profesora de Educación Musical. Ludotecaria. Coordinadora de talleres

Contacto:
Ana Aviles 156150018
Andrea Marquez. 156101744. talleresludicostematicos@gmail.com

Veronica Ardanza. 155263877. veronica_ardanza@yahoo.com.ar


2013

Taller: Cuerpos en construcción



Coordinadoras:
Ardanza. Verónica
Marquez Yultek, Andrea
Sandoval, Rosana

Cupo máximo: 30 personas

Fundamentación:
Como en nuestra práctica docente no podemos disociar teoría y práctica proponemos este taller cuyo marco teórico se encuentra en la ponencia “Cuerpo, formas y (de) formas. Vivimos en escena.”
Cuando se piensa en educación las primeras imágenes que se nos presentan son las escuelas, las aulas, los libros, pero rara vez aparece la imagen del cuerpo
¿qué hay en los cuerpos escolarizados?
¿qué nos dicen los cuerpos que encontramos en las aulas?
¿qué no hay en esos cuerpos?
¿existen los cuerpos en el aula?
¿qué proyectan los cuerpos docentes?
Estas y más preguntas nos hacemos cuando pensamos sobre el cuerpo y el aprendizaje.
El objetivo de este taller es reflexionar y buscar nuevas miradas y prácticas educativas donde los cuerpos existan y no solo estén presentes en las aulas, donde sentido y sentidos interroguen nuestro aprendizaje, donde el pensar y aprender vayan de la mano del hacer y transformar en nuevas acciones, donde el principal material sea nuestro cuerpo, es decir nosotros mismos en acción-pensamiento. 

Habitar el espacio áulico desde la existencia y no solo desde la presencia y como forma y contenido van de la mano, la forma que hoy proponer es el de taller.
Depende cómo pensemos la forma de la clase vamos a tener determinados cuerpos en nuestras aulas.
A esto arribamos cuando nos preguntamos ¿cómo aseguramos que los diversos cuerpos presentes, existan en las aulas?
Nuestra cultura ha disociado los cuerpos a tal punto que encontramos infinitas especializaciones sobre cada parte de nosotros mismos, tenemos la necesidad imperiosa no de unir lo que por naturaleza está integrado sino de pensarnos desde lo que somos, un cuerpo, y sus diferentes dimensiones y no partes. Dimensiones que nos dan la posibilidad de pensarnos desde diferentes lugares: tiempo, espacio, valores, conocimientos, lenguajes y vínculos
El modo en que percibimos nuestro cuerpo está relacionado con el modo de utilizarlo y de imaginarlo. Esto también vale para el aprendizaje, depende de cómo concebimos la adquisición o construcción del conocimiento vamos a crear nuestra clase.
Por esto, proponemos poner en juego nuestros cuerpos, es decir, nosotros mismos, para construir conocimientos con otros garantizándolo a través del modo taller.

Contenidos:
Los cuerpos que conocen en el vínculo con otros.

Objetivos:
Facilitar la vivencia
Asegurar la existencia corporal para los aprendizajes
Propiciar lo inesperado como posibilitador de las expresiones creativas
Abrir espacios de construcción colectiva

Actividades:
Caldeamiento grupal a través de juegos y ritmos
Objetos que forman y (de) forman nuestros cuerpos: Exploración corporal con elásticos.
Generación de creaciones corporales

Cierre

Reflexión e integración de la experiencia.

2013

Publicación: ISBN 978-987-45026-0-5

Ponencia/Taller


Territorios en construcción
De cuerpos y (de) formas. Vivimos en escena

Área Temática: Educación Artística.

Autoras:
Ardanza. Verónica
Avilés. Ana
Marquez Yultek, Andrea
Sandoval, Rosana


De cuerpos y (de) formas. Vivimos en escena
Cuando uno comienza a hablar o piensa en educación las primeras imágenes que vienen son las escuelas, las aulas, los libros, pero rara vez aparece la imagen del cuerpo.

¿Qué hay en el cuerpo escolarizado?
¿Qué nos dicen los cuerpos que encontramos en las aulas?
¿Qué no hay en esos cuerpos?
¿Existe el cuerpo en el aula?
¿Qué proyectan los cuerpos docentes?
Estas y más preguntas nos hacemos cuando pensamos sobre el cuerpo y aprendizaje.
Nuestro objetivo es reflexionar y buscar nuevas miradas y prácticas educativas donde los cuerpos existan y no solo estén presentes en las aulas, donde sentido y sentidos interroguen nuestro aprendizaje, donde el pensar y aprender vayan de la mano del hacer y transformar en nuevas acciones, donde el principal material sea nuestro cuerpo, es decir nosotros mismos en acción-pensamiento.
Habitar el espacio áulico desde la existencia y no solo desde la presencia y como forma y contenido van de la mano, la forma que hoy proponer es la de taller.

Depende de cómo pensemos la forma del espacio de aprendizaje vamos a tener determinados cuerpos.
 A esto hacemos referencia cuando nos preguntamos: ¿cómo aseguramos que los diversos cuerpos presentes, existan en las aulas?
Nuestra cultura ha disociado los cuerpos a tal punto que encontramos infinitas especializaciones sobre cada parte de nosotros mismos, tenemos la necesidad imperiosa no de unir lo que por naturaleza está integrado sino de pensarnos desde lo que somos, un cuerpo, y sus diferentes dimensiones y no partes. Dimensiones que nos dan la posibilidad de pensarnos desde diferentes lugares: tiempo, espacio, valores, conocimientos, lenguajes y vínculos.
El cuerpo es en sí mismo un espacio expresivo [1],  no es un espacio entre otros , es el origen de todos los otros, es lo que proyecta al exterior las significaciones, da existencia a la “cosa”, es nuestro medio general de tener un mundo , multiplicando otros mundos , creando y recreando la existencia.
El modo en que percibimos nuestro cuerpo está relacionado con el modo de imaginarlo. Esto también vale para el aprendizaje, depende de cómo concebimos la adquisición o construcción del conocimiento vamos a crear nuestro espacio y tiempo de aprendizaje.
Por esto, proponemos poner en juego nuestros cuerpos, es decir, nosotros mismos, para construir conocimientos con otros garantizándolo a través del modo taller.
¿Qué nos pasa?
¿Qué nos pasa con otros?
Lo que me pasa, ¿me pasa por el cuerpo? o no me pasa...

Traemos a este escrito palabras de  Jorge Larrosa:
“Para empezar, podríamos decir que la experiencia es "eso que me pasa". No eso que pasa, sino "eso que me pasa".  [2]

La experiencia es una relación, ocurre grupalmente, con otros, facilitándonos vivenciar otras formas posibles de ser, lo que me y nos permite ensanchar fronteras.

Fronteras como espacio “… que contiene de todo, e independiente: que no pertenece al adentro, a las puras subjetividades, ni al afuera, el real o mundo objetivo (…) Un territorio necesario y saludable, el único en el que nos sentimos realmente vivos.” [3] Y nos sentimos vivos en la medida que es experiencia. [4]
La experiencia con otros, junto a otros, estando con otros, nos abre las puertas, las fronteras para otros posibles ser, es el acontecimiento que nos posibilita el ser otros para….
Cada uno, cada cuerpo, es finito, con sus vivencias, lecturas, escrituras, pero en ese encuentro junto a otros finitos se genera una completitud infinita, que nos permite acceder a la infinitud.
David Le Bretón, en Antropología del cuerpo y modernidad, plantea al respecto:
“La noción moderna de cuerpo es un efecto de la estructura individualista del campo social, una consecuencia de la ruptura de la solidaridad que mezcla la persona con la colectividad y con el cosmos a través de un tejido de correspondencias en el que todo se sostiene.”  [5]
¿En qué espacios podemos estar y crear juntos? ¿Acceder a esta posibilidad de infinitud?
Concebimos como espacio al territorio que propicia, prepara, recibe y contiene el encuentro al taller como dispositivo.
Asistimos a múltiples talleres, pero la pregunta es ¿trabajamos a modo taller? ¿qué supone éste?
En lo que refiere a la etimología, el término taller proviene de la palabra francesa atelier, que refiere al lugar donde trabaja un artista plástico o escultor, y que reúne a artistas conocedores de determinada técnica u obra a fin de compartir lo que conocen al respecto, o bien a los discípulos de dicho artista a fin de aprender del maestro.
A su vez, el término atelier proviene de astelle, de astilla, en referencia a los astilleros, lugares donde se construyen o arreglan los barcos.
En efecto,  el taller seguirá siendo, de algún modo, un lugar en el que se trabaja, se crean obras, se comparten conocimientos, se discuten nuevas formas, y se reparan barcos para emprender nuevos viajes. Así es como entendemos al taller como dispositivo.
El dispositivo, como sostiene Maria de los Ángeles Gonzalez[6] es “...un lugar como el teatro; invita al público a ser actor, a entrar en el espacio para que te sucedan cosas: provoca, llama, invita, produce, cautiva al público actuante. Es un sistema de representación de ideas, de símbolos, de sucesos, de sentimientos. De esta manera, o bajo esta esencia cada cosa deja de ser una cosa para pasar a ser otra cosa, (nosotras decimos cada cuerpo deja de ser ese cuerpo para pasar a ser otro cuerpo) Un dispositivo es siempre incompleto; los dispositivos nacieron para la incompletud.
Las posibilidades de creación en un dispositivo nunca se agotan, porque no tiene un solo sentido.
Así, esta incompletud está presente en cada encuentro donde espacios, tiempos y cuerpos predispuestos hacen posible que confluyan ideas, sentires, teorías y prácticas provocando la multiplicidad.
El taller es un dispositivo de trabajo grupal, limitado en el tiempo, con  objetivos particulares, que permite un proceso pedagógico sostenido en la integración de teoría y práctica, en el protagonismo de los talleristas, el diálogo de conocimientos y la producción colectiva de aprendizajes, operando una transformación en las personas participantes y en la situación de partida.
Este estar juntos [7], el encuentro desde el hacer -pensar, desde la praxis, permite y da lugar al proceso de construcción del conocimiento.
Entendemos el conocimiento como proceso de construcción, no como acumulación de contenidos, sino como historias encarnadas[8], corporizadas a través del encuentro de sentidos.
“Cuando yo leo a Kafka (o a cualquier... ), lo importante, desde el punto de vista de la experiencia, no es ni lo que Kafka siente, ni lo que yo pueda sentir leyendo a Kafka, sino el modo como en relación con los sentimientos de Kafka puedo formar o transformar mis propios sentimientos. Lo importante, desde el punto de vista de la experiencia, es cómo la lectura de Kafka (o de cualquier...) puede ayudarme a sentir lo que aún no sé sentir, o lo que aún no puedo  sentir, o lo que aún no quiero sentir. Lo importante, desde el punto de vista de la experiencia, es que la lectura de Kafka (o de cualquiera...) puede ayudarme a formar o a transformar mi propia sensibilidad, a sentir por mí mismo, en primera persona, con mi propia sensibilidad, con mis propios sentimientos.” [9]
Es en la experiencia dialéctica, provocada en el dispositivo taller, donde uno como ser finito, junto a otros seres finitos podemos acceder a la infinitud generando formas y transformaciones en nuestras palabras, sentimientos, pensamientos, en nuestras historias corporizadas diferentes o no a lo que  generamos y construimos con otros, llamada multiplicidad de posibilidades. 
“Un conocimiento no es el espejo de las cosas o del mundo exterior. Todas las percepciones son a la vez traducciones y reconstrucciones cerebrales, a partir de estímulos o signos captados y codificados por los sentidos; de ahí, es bien sabido, los innumerables errores de percepción que sin embargo nos llegan de nuestro sentido más fiable, el de la visión. Al error de percepción se agrega el error intelectual. El conocimiento en forma de palabra, de idea, de teoría, es el fruto de una traducción/reconstrucción mediada por el lenguaje y el pensamiento y  por ende conoce el riesgo de error. Este conocimiento en tanto que traducción y reconstrucción implica la interpretación, lo que introduce el riesgo de error al interior de la subjetividad del que ejercita el conocimiento, de su visión del mundo, de sus principios de conocimiento.[10]
Este cuerpo sensible presente en la creación junto con otros, posee multiplicidad de posibilidades en las instituciones educativas a través del dispositivo taller.
El trabajo en taller en educación tiene sus particularidades ya que dicha palabra puede hacer referencia a diferentes situaciones colectivas o individuales, con diversos fines, como productivos, artísticos y educativos. [11]
En estos últimos, lo que podemos destacar es que el taller :
“un dispositivo de trabajo con grupos, que es limitado en el tiempo y se realiza con determinados objetivos particulares, permitiendo la activación de un proceso pedagógico sustentado en la integración de teoría y práctica, el protagonismo de los participantes, el diálogo de saberes, y la producción colectiva de aprendizajes, operando una transformación en las personas participantes y en la situación de partida.” [12]

Es fundamental para el taller que posea pocos integrantes, aproximadamente entre 10 a 20  porque creemos en la importancia de que todos puedan expresar sus vivencias, opiniones, ideas con el tiempo adecuado y tranquilidad. En un espacio ameno y sobre todo de confianza.
Tanto la dimensión tiempo como el número de integrantes es fundamental que sean tenidos en cuenta a la hora de implementar un taller ya que de ellos depende la praxis.
En nuestro trabajo la praxis juega un rol central ya que es la instancia superadora de la dicotomía teoría - práctica, propia de la modernidad, momento en que todos estamos haciendo experiencia y reflexionando de forma simultánea, jamás escindidas. Y sabremos si las experiencias reflexivas pudieron generarse en los talleres cuando los cuerpos sensibles presentes ya no son los mismos que los del comienzo.
“A veces no sabemos qué hacer con el cuerpo: si dejarlo allí, donde está, si ir en otra dirección, o si hay que darse cuenta que no hay otra cosa que el cuerpo: mirar, soñar. olfatear, acariciar, pensar, amar, escribir, doler, tocar, huir, estar, soñar, leer, jugar, hablar, gesticular, imaginar, narrar: ¿hay algo, por acaso, que se haga fuera del cuerpo, sin el cuerpo, dejando a un lado el cuerpo, prescindiendo del cuerpo, ignorando el cuerpo?” [1]


Bibliografía
Skliar, Carlos (2011); Lo dicho, lo escrito, lo ignorado. Ensayos mínimos entre educación, filosofía y literatura. Miño y Dávila.
Cano, Agustín (2010). La metodología de taller en los procesos de educación popular.
Morin, Edgar (1990) Los siete saberes necesarios para la educación del futuro.
Skliar, Carlos (2010);  Los sentidos implicados en el estar-juntos de la educación. Revista Educación y Pedagogía, vol. 22, núm. 56, enero-abril.
Bourdieu, Pierre. (1990) Sociología y cultura. Grijalbo
Larrosa, Jorge; Sobre la experiencia. Aloma
Le Breton, David (2010); Antropología del cuerpo y modernidad. Nueva Visión.
MONTES Graciela; La frontera indómita. En torno a la construcción y defensa del espacio poético. Fondo de Cultura Económico
Merleau- Ponty, Marcel (1975). Fenomenología de la percepción. Barcelona, Península.



[1] Skliar, Carlos (2011); Lo dicho, lo escrito, lo ignorado. Ensayos mínimos entre educación, filosofía y literatura. Miño y Dávila. Pág.77 


[1] Merleau- Ponty, Marcel (1975). Fenomenología de la percepción. Barcelona, Península.
[2] Larrosa, Jorge; Sobre la experiencia. Aloma
[3] MONTES Graciela; La frontera indómita. En torno a la construcción y defensa del espacio poético. Fondo de Cultura Económico. Pág. 52.
[4] Ibidem. Pág, 54
[5] Le Breton, David (2010); Antropología del cuerpo y modernidad. Nueva Visión.
[6] Ministra de Innovación y Cultura de la Provincia de Santa Fe desde el año 2008.
[7] Skliar, Carlos (2010);  Los sentidos implicados en el estar-juntos de la educación. Revista Educación y Pedagogía, vol. 22, núm. 56, enero-abril.
[8] Bourdieu, Pierre. (1990) Sociología y cultura. Grijalbo
[9] Larrosa, Jorge; Op. Cit.
[10] Morin, Edgar (1990) Los siete saberes necesarios para la educación del futuro.
[11] Cano, Agustín (2010). La metodología de taller en los procesos de educación popular.
[12] Ibidem.

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