2013
Publicación: ISBN 978-987-45026-0-5
Ponencia/Taller
Territorios en construcción
De cuerpos y (de) formas. Vivimos en escena
Área Temática: Educación
Artística.
Autoras:
Ardanza. Verónica
Avilés. Ana
Marquez Yultek, Andrea
Sandoval, Rosana
De
cuerpos y (de) formas. Vivimos en escena
Cuando uno comienza a hablar o piensa en
educación las primeras imágenes que vienen son las escuelas, las aulas, los
libros, pero rara vez aparece la imagen del cuerpo.
¿Qué hay en el cuerpo escolarizado?
¿Qué nos dicen los cuerpos que encontramos en las aulas?
¿Qué no hay en esos cuerpos?
¿Existe el cuerpo en el aula?
¿Qué proyectan los cuerpos docentes?
Estas y más preguntas nos hacemos cuando
pensamos sobre el cuerpo y aprendizaje.
Nuestro objetivo es reflexionar y buscar
nuevas miradas y prácticas educativas donde los cuerpos existan y no solo estén
presentes en las aulas, donde sentido y sentidos interroguen nuestro
aprendizaje, donde el pensar y aprender vayan de la mano del hacer y
transformar en nuevas acciones, donde el principal material sea nuestro cuerpo,
es decir nosotros mismos en acción-pensamiento.
Habitar el espacio áulico desde la existencia
y no solo desde la presencia y como forma y contenido van de la mano, la forma
que hoy proponer es la de taller.
Depende de cómo pensemos la forma del espacio
de aprendizaje vamos a tener determinados cuerpos.
A esto hacemos referencia cuando nos
preguntamos: ¿cómo aseguramos que los diversos cuerpos presentes, existan en
las aulas?
Nuestra cultura ha disociado los cuerpos a
tal punto que encontramos infinitas especializaciones sobre cada parte de
nosotros mismos, tenemos la necesidad imperiosa no de unir lo que por
naturaleza está integrado sino de pensarnos desde lo que somos, un cuerpo, y
sus diferentes dimensiones y no partes. Dimensiones que nos dan la posibilidad
de pensarnos desde diferentes lugares: tiempo, espacio, valores, conocimientos,
lenguajes y vínculos.
El cuerpo es en sí mismo un espacio expresivo
[1], no es un espacio entre otros , es el origen
de todos los otros, es lo que proyecta al exterior las significaciones, da
existencia a la “cosa”, es nuestro medio general de tener un mundo ,
multiplicando otros mundos , creando y recreando la existencia.
El modo en que percibimos nuestro cuerpo está
relacionado con el modo de imaginarlo. Esto también vale para el aprendizaje,
depende de cómo concebimos la adquisición o construcción del conocimiento vamos
a crear nuestro espacio y tiempo de aprendizaje.
Por esto, proponemos poner en juego nuestros
cuerpos, es decir, nosotros mismos, para construir conocimientos con otros
garantizándolo a través del modo taller.
¿Qué nos pasa?
¿Qué nos pasa con otros?
Lo que me pasa, ¿me pasa por el
cuerpo? o no me pasa...
Traemos a este escrito palabras
de Jorge Larrosa:
“Para empezar, podríamos
decir que la experiencia es "eso que me pasa". No eso que pasa, sino
"eso que me pasa". [2]
La experiencia es una relación, ocurre grupalmente, con otros,
facilitándonos vivenciar
otras formas posibles de ser, lo que me
y nos permite ensanchar fronteras.
Fronteras
como espacio “… que contiene de todo, e
independiente: que no pertenece al adentro, a las puras subjetividades, ni al
afuera, el real o mundo objetivo (…) Un territorio necesario y saludable, el
único en el que nos sentimos realmente vivos.” [3]
Y nos sentimos vivos en la medida que es experiencia. [4]
La
experiencia con otros, junto a otros, estando con otros, nos abre las puertas,
las fronteras para otros posibles ser,
es el acontecimiento que nos posibilita el ser
otros para….
Cada uno,
cada cuerpo, es finito, con sus vivencias, lecturas, escrituras, pero en ese
encuentro junto a otros finitos se genera una completitud infinita, que nos
permite acceder a la infinitud.
David Le
Bretón, en Antropología del cuerpo y
modernidad, plantea al respecto:
“La noción moderna de cuerpo es un efecto de la
estructura individualista del campo social, una consecuencia de la ruptura de
la solidaridad que mezcla la persona con la colectividad y con el cosmos a
través de un tejido de correspondencias en el que todo se sostiene.”
[5]
¿En qué
espacios podemos estar y crear juntos? ¿Acceder a esta posibilidad de
infinitud?
Concebimos
como espacio al territorio que propicia, prepara, recibe y contiene el
encuentro al taller como dispositivo.
Asistimos a
múltiples talleres, pero la pregunta es ¿trabajamos a modo taller? ¿qué supone
éste?
En lo que
refiere a la etimología, el término taller proviene de la palabra francesa
atelier, que refiere al lugar donde trabaja un artista plástico o escultor, y
que reúne a artistas conocedores de determinada técnica u obra a fin de
compartir lo que conocen al respecto, o bien a los discípulos de dicho artista
a fin de aprender del maestro.
A su vez,
el término atelier proviene de astelle, de astilla, en referencia a los
astilleros, lugares donde se construyen o arreglan los barcos.
En
efecto, el taller seguirá siendo, de
algún modo, un lugar en el que se trabaja, se crean obras, se comparten
conocimientos, se discuten nuevas formas, y se reparan barcos para emprender
nuevos viajes. Así es como entendemos al taller como dispositivo.
El
dispositivo, como sostiene Maria de los Ángeles Gonzalez[6]
es “...un lugar como el teatro;
invita al público a ser actor, a entrar en el espacio para que te sucedan
cosas: provoca, llama, invita, produce, cautiva al público actuante. Es un
sistema de representación de ideas, de símbolos, de sucesos, de sentimientos.
De esta manera, o bajo esta esencia cada cosa deja de ser una cosa para pasar a
ser otra cosa, (nosotras decimos cada cuerpo deja de ser ese cuerpo para
pasar a ser otro cuerpo)
Un dispositivo
es siempre incompleto; los dispositivos nacieron para la incompletud.
Las posibilidades de creación en un dispositivo nunca se
agotan, porque no tiene un solo sentido.
Así, esta incompletud está presente en cada encuentro donde
espacios, tiempos y cuerpos predispuestos hacen posible que confluyan ideas,
sentires, teorías y prácticas provocando la multiplicidad.
El taller es un dispositivo de trabajo grupal, limitado en el
tiempo, con objetivos particulares, que
permite un proceso pedagógico sostenido en la integración de teoría y práctica,
en el protagonismo de los talleristas, el diálogo de conocimientos y la
producción colectiva de aprendizajes, operando una transformación en las
personas participantes y en la situación de partida.
Este
estar
juntos [7], el encuentro desde el hacer -pensar,
desde la praxis, permite y da lugar al proceso de construcción del
conocimiento.
Entendemos
el conocimiento como proceso de
construcción, no como acumulación de contenidos, sino como historias encarnadas[8],
corporizadas a través del encuentro de sentidos.
“Cuando yo leo a Kafka (o a cualquier... ), lo
importante, desde el punto de vista de la experiencia, no es ni lo que Kafka
siente, ni lo que yo pueda sentir leyendo a Kafka, sino el modo como en
relación con los sentimientos de Kafka puedo formar o transformar mis propios
sentimientos. Lo importante, desde el punto de vista de la experiencia, es cómo
la lectura de Kafka (o de cualquier...) puede ayudarme a sentir lo que aún no
sé sentir, o lo que aún no puedo sentir,
o lo que aún no quiero sentir. Lo importante, desde el punto de vista de la
experiencia, es que la lectura de Kafka (o de cualquiera...) puede ayudarme a
formar o a transformar mi propia sensibilidad, a sentir por mí mismo, en
primera persona, con mi propia sensibilidad, con mis propios sentimientos.” [9]
Es en la
experiencia dialéctica, provocada en el dispositivo taller, donde uno como ser
finito, junto a otros seres finitos podemos acceder a la infinitud generando
formas y transformaciones en nuestras palabras, sentimientos, pensamientos, en
nuestras historias corporizadas diferentes o no a lo que generamos y construimos con otros, llamada
multiplicidad de posibilidades.
“Un conocimiento no es
el espejo de las cosas o del mundo exterior. Todas las percepciones son a la
vez traducciones y reconstrucciones cerebrales, a partir de estímulos o signos
captados y codificados por los sentidos; de ahí, es bien sabido, los
innumerables errores de percepción que sin embargo nos llegan de nuestro sentido
más fiable, el de la visión. Al error de percepción se agrega el error
intelectual. El conocimiento en forma de palabra, de idea, de teoría, es el
fruto de una traducción/reconstrucción mediada por el lenguaje y el pensamiento
y por ende conoce el riesgo de error.
Este conocimiento en tanto que traducción y reconstrucción implica la
interpretación, lo que introduce el riesgo de error al interior de la
subjetividad del que ejercita el conocimiento, de su visión del mundo, de sus
principios de conocimiento.”
[10]
Este cuerpo sensible presente en la creación junto con otros,
posee multiplicidad de posibilidades en las instituciones educativas a través
del dispositivo taller.
El trabajo en taller en educación tiene sus particularidades
ya que dicha palabra puede hacer referencia a diferentes situaciones colectivas
o individuales, con diversos fines, como productivos, artísticos y educativos.
[11]
En estos últimos, lo que podemos
destacar es que el taller :
“un dispositivo de
trabajo con grupos, que es limitado en el tiempo y se realiza con determinados
objetivos particulares, permitiendo la activación de un proceso pedagógico
sustentado en la integración de teoría y práctica, el protagonismo de los
participantes, el diálogo de saberes, y la producción colectiva de
aprendizajes, operando una transformación en las personas participantes y en la
situación de partida.” [12]
Es fundamental para el taller que posea pocos integrantes,
aproximadamente entre 10 a 20 porque
creemos en la importancia de que todos puedan expresar sus vivencias,
opiniones, ideas con el tiempo adecuado y tranquilidad. En un espacio ameno y
sobre todo de confianza.
Tanto la dimensión tiempo como el
número de integrantes es fundamental que sean tenidos en cuenta a la hora de
implementar un taller ya que de ellos depende la praxis.
En nuestro trabajo la praxis juega un rol central ya que es la
instancia superadora de la dicotomía teoría - práctica, propia de la
modernidad, momento en que todos estamos haciendo experiencia y reflexionando
de forma simultánea, jamás escindidas. Y sabremos si las experiencias
reflexivas pudieron generarse en los talleres cuando los cuerpos sensibles
presentes ya no son los mismos que los del comienzo.
“A veces no sabemos qué
hacer con el cuerpo: si dejarlo allí, donde está, si ir en otra dirección, o si
hay que darse cuenta que no hay otra cosa que el cuerpo: mirar, soñar.
olfatear, acariciar, pensar, amar, escribir, doler, tocar, huir, estar, soñar,
leer, jugar, hablar, gesticular, imaginar, narrar: ¿hay algo, por acaso, que se
haga fuera del cuerpo, sin el cuerpo, dejando a un lado el cuerpo,
prescindiendo del cuerpo, ignorando el cuerpo?” [1]
Bibliografía
Skliar, Carlos (2011); Lo dicho, lo escrito, lo ignorado.
Ensayos mínimos entre educación, filosofía y literatura. Miño y Dávila.
Cano, Agustín (2010). La metodología de taller en los
procesos de educación popular.
Morin, Edgar (1990) Los siete saberes necesarios para la
educación del futuro.
Skliar, Carlos (2010);
Los sentidos implicados en el
estar-juntos de la educación. Revista Educación y Pedagogía, vol. 22, núm.
56, enero-abril.
Bourdieu, Pierre. (1990) Sociología y cultura. Grijalbo
Larrosa, Jorge; Sobre la experiencia. Aloma
Le Breton, David (2010); Antropología del cuerpo y
modernidad. Nueva Visión.
MONTES
Graciela; La frontera indómita. En torno a la construcción y defensa del
espacio poético. Fondo de Cultura Económico
Merleau-
Ponty, Marcel (1975). Fenomenología de la percepción. Barcelona, Península.
[1] Skliar, Carlos (2011); Lo
dicho, lo escrito, lo ignorado. Ensayos mínimos entre educación, filosofía y
literatura. Miño y Dávila. Pág.77
[1] Merleau-
Ponty, Marcel (1975). Fenomenología de la percepción. Barcelona, Península.
[2] Larrosa, Jorge; Sobre la experiencia. Aloma
[3] MONTES Graciela; La frontera indómita. En torno a la
construcción y defensa del espacio poético. Fondo de Cultura Económico. Pág.
52.
[5] Le Breton, David (2010); Antropología del cuerpo y
modernidad. Nueva Visión.
[6] Ministra de Innovación y Cultura de la Provincia de
Santa Fe desde el año 2008.
[7] Skliar, Carlos (2010); Los
sentidos implicados en el estar-juntos de la educación. Revista Educación y
Pedagogía, vol. 22, núm. 56, enero-abril.
[8] Bourdieu, Pierre. (1990) Sociología y cultura.
Grijalbo
[9] Larrosa, Jorge; Op. Cit.
[10] Morin, Edgar (1990) Los siete saberes necesarios
para la educación del futuro.
[11] Cano, Agustín (2010). La metodología de taller en
los procesos de educación popular.